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30 diciembre 2020

Quizás fue ahí...

 


Aeropuerto de Madrid-Barajas, cuando todavía no se llamaba Adolfo Suárez ni había una T-4. 

El control de equipaje y los nervios habían pasado. "Mentirijillas" para justificar tanta ropa (de invierno y de verano) para que no me "pillaran" y me mandaran de vuelta. Risueña, joven, bella...fácil tratar con el guardia civil ;o)

Esa imagen la tomé en el pasillo yendo a la conexión con el otro vuelo, a Sevilla. Recuerdo detenerme, mirar esas sierras...¿Qué pensé? No lo recuerdo. ¿Qué sentí? No lo puedo poner en palabras, sé que algo se me movió adentro, en las entrañas, pero no sabría decir si fue lindo o no, más bien una mezcla, seguramente. 

Mi "primera" imagen de Madrid...Imagen que intenté buscar muuuuchos años después al recorrer esos mismos pasillos (¡quién lo hubiera dicho!) semana tras semana durante casi 10 años...Tanteando...parándome en un punto del pasillo...en otro...Fue desde acá...no, desde aquí... no sé el lugar exacto, creo que nunca volví al "mismo lugar exacto", pero sé que ahí, cuando miré tras la ventana del pasillo del aeropuerto de Madrid-Barajas aquel 30 de diciembre de 1995, con ropa de invierno y de verano, con mis recuerdos y títulos y certificados encima...se produjo un "crack" en mi vida... 

Llegué para quedarme...quién lo diría...25 años ya...¿Habrá sido ese el momento en el que empecé a patear el tablero? 

29 diciembre 2020

Ha pasado el tiempo...

 ...Diría que unos cuantos años desde la última vez que escribí. No sé por qué ahora se me dio otra vez por hacerlo. ¿Será el dichoso virus que todo lo ha trastocado? ¿Será la edad? ¿Las dos cosas juntas? Quién sabe...

Lo que sí sé es que sigo igual...o no... Ahora soy "una mujer casada" 💝 O sea...de patear el tablero, nada. 

Ya pasados los 50 y con el tiempo que nos ha brindado el bichito, me pregunto aun más por el sentido que tiene todo. Me siento un poco como el "Aleph"...se me vienen encima recuerdos y recuerdos como si los hubiera vivido ayer. A la vez que pareciera que se anticipan años que aun no han llegado ni sé si llegarán. Qué extraña la mente. Qué terrible. 


Esta nueva forma de relacionarse que nos brindan las llamadas redes sociales me permite husmear la vida de los demás, al menos la fachada que quieren mostrar y me pregunto si les pasa lo mismo que a mí, si sienten igual, qué cosas los emocionan, a qué tienen miedo ¿tienen miedo? ¿Cómo transitan los otros este haber pasado los 50 años? 

Hoy se cumplen 25 años que emprendí un viaje que iba a trastocar mi vida para siempre...más o menos como el bicho este que tenemos ahora...un bicho distinto el que me dio a mí hace un cuarto de siglo... Ha pasado el tiempo...sí...¡y cómo!